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abril 07, 2020

Votación Messenger

 

Tras más de 25 años en el mundo de los eventos con nuestro sistema de votaciones, ha habido numerosas historias, pero me quedaría con uno de los primeros eventos que hicimos allá por 1994 en Bilbao, un congreso sobre el SIDA en el medio hospitalario dirigido a personal de medicina y enfermería.

En aquellos años, vivíamos el surgir de esa otra terrible pandemia que acabó llevándose la vida de cincuenta millones de personas en el mundo. Los hospitales se enfrentaban a un virus prácticamente desconocido e iban adoptando medidas a toda velocidad para evitar contagios, pues el SIDA no tenía cura y todo el que acababa infectado sabía que le quedaban pocos años, en el mejor de los casos.

El esfuerzo de grandes profesionales como el Dr. Daniel Zulaika para, entre otras cosas, informar adecuadamente al personal sanitario de los riesgos que corrían y cómo prevenirlos, es lo que hizo que contaran con nuestro sistema de votación.

Durante el congreso, una de las ponencias versaba sobre la probabilidad de ser infectado en el medio hospitalario cuando se realizaban determinadas prácticas, generalmente por pinchazos accidentales con agujas infectadas, incluso entre el personal de la limpieza. A continuación, se plantearon una serie de preguntas a los 900 asistentes y una de ellas era más o menos así: ¿Reencapuchas la aguja una vez utilizada antes de tirarla? Las opciones de respuesta eran 1. Siempre 2. Casi siempre 3. A veces 4. Casi nunca 5. Nunca y la respuesta de la audiencia fue bastante dispersa, algunos lo hacían siempre, otros a veces, algunos nunca.

El ponente se quedó callado unos largos segundos mirando la gráfica, giró la cabeza hacia la audiencia, cogió aire y dijo: Veo que hay aproximadamente un tercio de los asistentes que reencapucha las agujas siempre o casi siempre. Bueno, eso dicen ellos, porque algún día irán con prisa o despistados y se pincharán accidentalmente con la aguja. Hemos visto que la probabilidad de contraer el virus con un pinchazo accidental es de… (no recuerdo la cifra que dijo) y sois 900 – hizo unos cálculos mentales y afirmó con voz seria – Diez de vosotros vais a morir de SIDA como sigáis reencapuchando las agujas. ¡Las agujas han de depositarse en un recipiente rígido para que nadie se puede pinchar accidentalmente con ellas! Y puso en la mesa de presidencia el susodicho recipiente, un bote amarillo con tapa roja que, la verdad, me recordaba a un bote de Cola-Cao.

Con los años, cuando me agobio con los eventos en curso y pienso en lo aburridos que pueden llegar a parecer, me viene a la memoria aquella reunión y la idea de que habíamos colaborado de alguna manera en salvar la vida a esas diez personas y a muchos de sus compañeros de trabajo. Porque es así, en todas las reuniones científicas (casi la mitad de nuestra actividad) estamos colaborando a que los médicos hagan mejores diagnósticos, conozcan mejores tratamientos y aprendan prácticas que luego aplican a sus pacientes por todo el mundo.

Y es que los congresos son algo muy necesario. La información sobre qué hacer con las agujas ya había sido distribuida a los centros de salud, pero no llegaba a calar. Lo mismo sucede con tanta otra información médica, hay tal cantidad de información escrita que no llega a difundirse correctamente, pero la misma idea expuesta con soportes audiovisuales por un buen ponente durante un congreso, llega mucho más allá.

Ahora es cuando creo que TODOS los que participan en la realización de un evento, sean los organizadores, técnicos, montadores, azafatas, personal de limpieza, los del catering, los de cocina o seguridad (seguro que me dejo alguno), todos juntos somos igual de partícipes del éxito que consiste, nada menos, en que el conocimiento fluya hacia la audiencia mejorando las vidas de todos.

Hoy, que todo el sector sanitario está volcado con la nueva pandemia (fiel, como siempre, al servicio público), sepamos que todos hemos ayudado a que realicen mejor su trabajo y esperemos que pronto volvamos a juntarnos y a ayudarles a que lo sigan haciendo cada día mejor.

JOSÉ LUIS EZKURRA

Ameca (España)